Instagram, una de las redes sociales más populares de nuestra generación. Desde su inicio en 2010, hasta tiempos más recientes, ha generado alrededor de 1000 M de entradas mensuales a la aplicación, lo que representa más del 14% del total de la población mundial.
Al ser la red social predilecta para publicar fotos y videos, uno de los principales atractivos son los filtros, estos son efectos que se pueden agregar al contenido multimedia de la galería o directamente desde la cámara, ahorrando así varios minutos (o hasta horas) de edición de fotografía y video con un solo tap. Fácil, rápido y funcional.
Desde la corrección de color, hasta realidad virtual y efectos especiales, estos son los tipos de filtros que podemos encontrar en Instagram, los cuales esencialmente se dividen en cuatro grandes ramas.
Filtros fotográficos:
· Son herramientas útiles para añadir a una imagen o un vídeo un diseño diferente al original. Esto se hace modificando distintos aspectos del material como son el color, la saturación y la nitidez o también agregando componentes como textos con diferentes estilos de fuentes, algún tipo de elemento gráfico y música para acompañar a nuestra publicación.
Filtros de rostro:
· Con estos filtros, se pueden añadir distintos elementos gráficos a una foto o video en el que se capte con claridad el rostro de una persona, añadiendo así desde gafas hasta barba, bigote, máscaras o modificando las proporciones de la cara. Si bien la gran mayoría es con fines cómicos y divertidos, también hay filtros de rostro muy útiles para retocar ciertas imperfecciones. Un subgrupo de los filtros de rostro podrían ser los filtros de fondo, pues en base a la silueta y rostro del usuario, este filtro modifica el fondo a espaldas de la persona que lo está usando. Así como los filtros fotográficos, los filtros de rostro (y los de fondo) también pueden incluir textos en diferentes fuentes y/o música de acompañamiento.
Filtros de realidad virtual:
· Son efectos de video en los que se visualiza al mundo real a través de efectos gráficos añadidos por el filtro. Desde observar un personaje bailar o caminar como si existiera en el mundo real hasta imágenes que parecen estar presentes en nuestro mismo espacio. Música de fondo, textos y otros elementos gráficos también pueden utilizarse en estos filtros.
Filtros interactivos (gaming):
· Los filtros interactivos o (filtros gaming) son como los filtros de rostro complementados por el filtro de realidad virtual, con la peculiaridad que son interactivos con el usuario, apoyándose de sus expresiones faciales y sus movimientos corporales. Desde encuestas y test sencillos y divertidos hasta videojuegos en toda la expresión de la palabra, son algunos de los filtros que podremos encontrar en este apartado, que aunque aún están en desarrollo, quién sabe con que podría sorprendernos el día de mañana.
Además de tener fines artísticos, de ocio y diversión, las marcas también pueden usar estas herramientas para generar awareness en la audiencia o incluso dar premios y promociones a quienes los usen, destacando así de su competencia y transmitiendo una sensación moderna y de cercanía al consumidor en cada interacción que tengan.
Desde filtros para lucir como personajes de una película en estreno, hasta ver la comida de un restaurante en realidad aumentada para promocionar dicho producto. Son muchos los usos que una empresa puede darle a los filtros de Instagram, uno de mis favoritos (y que seguramente será el futuro de las compras por internet) es el filtro a modo de prueba de gafas que usan algunas empresas. Al ser una herramienta tan variada y novedosa, las posibilidades son infinitas.
Y tú, ¿Utilizas filtros en Instagram? ¿Cuáles son tus favoritos? Para mí son elementos de gran utilidad para modificar tus publicaciones a tu antojo, dando así una gran variedad de estilos y posibilidades para cada tipo de usuario en esta aplicación, además que los encuentro bastante positivos como herramienta de promoción.
Carlos Andraca
Marketing Intern
Mercadólogo y publicista en progreso. Sé mucho de pocas cosas y un poco de muchas cosas. Cinéfilo a medias, supuesto apasionado de la literatura.